Eduardo Domínguez, el DT que cada vez que lo ven vencido, construye un campeón: cuarto título con Estudiantes

Eduardo Domínguez, el DT que cada vez que lo ven vencido, construye un campeón: cuarto título con Estudiantes

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Es un caso curioso el de Eduardo Domínguez. No es sencillo explicar lo que sucede, desde hace tiempo, con el director técnico de Estudiantes, que este sábado conquistó su cuarto título en el club luego de superar en la final a Racing. Ahí se lo ve caminando tranquilo sobre el césped del estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero. Sin embargo, si hay algo que el DT no tuvo todo este tiempo es tranquilidad. El camino a la consagración fue lleno de tensiones.

En La Plata se aseguró en varias oportunidades que su proceso había terminado y el entrenador siempre resurgió. “Ciclo cumplido”, se afirmó en la ciudad de las diagonales tras la goleada sufrida ante Argentinos Juniors en el Apertura. Y si bien el rumor circulaba con fuerza, Domínguez se quedó y unos meses más tarde puso en jaque al mejor equipo del continente (empate contra Flamengo y derrota en los penales). “Eduardo Domínguez dejó de ser técnico de Estudiantes”, se aseveró en la capital bonaerense hace algunas semanas, tras una nueva caída del Pincha frente al Bicho que lo dejó casi sin chances de clasificarse a octavos de final. Sin embargo, el conjunto platense se metió en play-off porque sus rivales no ganaron y, desde ahí, erigió tres victorias en fila: 1-0 a Rosario Central, 1-0 a Central Córdoba de Santiago del Estero y 1-0 a Gimnasia, siempre como visitante.

Eduardo Domínguez festejando la clasificación ante Central Córdoba, por los cuartos de final del torneo Clausura 2025

Eduardo Domínguez festejando la clasificación ante Central Córdoba, por los cuartos de final del torneo Clausura 2025Luis Santillan

Los dos ejemplos anteriores son, apenas, los de 2025; el año pasado también estuvo en duda su continuidad. Lo concreto es que el Barba, como le dicen con afecto los hinchas albirrojos, se las ingenia para sostenerse. ¡Y no solo eso! Una vez que pasa el temblor, el DT transforma vacilaciones en certezas y desazón en celebración…

Si se sacan de escena esos partidos que definen un título pero que de ninguna manera son finales de un certamen –los que otorgan una estrella oficial y casi nada de gloria–, Domínguez llevó a Estudiantes a tres encuentros decisivos por un campeonato. Y el Pincha ganó las tres: en 2023 se quedó con la Copa Argentina, en 2024 obtuvo la Copa de la Liga y este año se coronó en el Torneo Clausura.

Si se meten en la bolsa todas las definiciones, Domínguez acumula tres finales más: ganó el Trofeo de Campeones de la temporada pasada; mientras que perdió una Supercopa Argentina y una Supercopa Internacional, que nada tuvo de internacional (ni el rival, Vélez; ni la sede, Avellaneda).

El entrenador de Estudiantes, Eduardo Domínguez, hace gestos durante el partido de fútbol de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores entre Estudiantes de La Plata y Flamengo

El entrenador de Estudiantes, Eduardo Domínguez, hace gestos durante el partido de fútbol de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores entre Estudiantes de La Plata y FlamengoJUAN MABROMATA - AFP

Además de las finales y de la mencionada eliminación a manos del Flamengo, en cuartos de final de la Libertadores 2025, otra buena campaña de Domínguez en Estudiantes fue la Sudamericana 2023. En aquella copa quedó afuera tras uno de sus mejores desempeños del último tiempo: apabulló al Corinthians y los palos le negaron meterse entre los cuatro mejores del certamen (¡fueron siete en la serie!).

Quizás ese día, injusto y doloroso, nació el espíritu ganador de Domínguez en el elenco platense. “Teníamos tres competencias y nos quedamos en el camino de una. Hay que levantarse porque tenemos dos competencias por delante”, expresó aquella noche, cuando “levantarse” parecía una fantasía. Pero el DT estaba convencido. “La cara de hoy muestra el camino que buscamos y lo que queremos ser. Me siento representado por estos jugadores”, aseveró el técnico después de la exhibición sin recompensa.

Quizás esa conferencia de prensa del entrenador pasó inadvertida. Lo cierto es que a los tres meses y medio de esa eliminación, Estudiantes ganó la Copa Argentina 2023 y cortó una sequía de 13 años sin títulos. Si bien el técnico era el mismo que ahora, muchos de los futbolistas eran otros. Y ahí radica el enorme mérito de Domínguez: el de rearmarse. Ante el éxodo de figuras, el DT responde con otro plantel capaz de llegar a instancias decisivas.

Eduardo Domínguez siempre encontró soluciones dentro del plantel

Eduardo Domínguez siempre encontró soluciones dentro del plantelNACHO AMICONI

Luego de esa consagración, el Pincha perdió a varios pilares: Mariano Andújar, Santiago Núñez (regresó este año), Leonardo Godoy, Jorge “Corcho” Rodríguez, Benjamín Rollheiser y Mauro Boselli. A pesar de las bajas, Domínguez edificó otro equipo y –menos de cinco meses después– guio al equipo de La Plata a un nuevo título (Copa de la Liga 2024).

¿Jugadores de ese campeón que ya no están? Matías Mansilla, Zaid Romero, Luciano Lollo, Federico Fernández, Eros Mancuso, Fernando Zuqui, Enzo Pérez, Franco Zapiola, Alexis Manyoma, Javier Altamirano, Pablo Piatti, Javier Correa y Mauro Méndez, entre otros. El Barba lo hizo otra vez: armó un plantel nuevo y también lo llenó de gloria.

Lo mejor del campeón

En su última obra, esta del Clausura 2025, hubo dos refuerzos que enseguida se convirtieron en piezas vitales: Fernando Muslera y Cristian Medina. El sostén y el fútbol. La barrera y la inspiración. Tuvieron laderos, claro. La llegada de Leandro González Pirez aportó solidez, Santiago Ascacibar –con altibajos– nunca dejó de ser importante, Edwuin Cetré siempre aparece en las instancias decisivas, los pibes Román Gómez y Mikel Amondarain brindaron frescura y Tiago Palacios recuperó la memoria a tiempo. Pero cuando se analiza el sendero recorrido por Estudiantes, se observa que el arquero y el conductor fueron constantes. Y trascendentales.

En los últimos meses le dieron por cumplido el ciclo a Domínguez, al menos, dos veces. Él no claudicó. Primero se aferró a su convicción y en la Libertadores empató 2-2 la serie ante el Flamengo, que ganó las otras tres sin recibir siquiera un gol. Hace unas semanas, cuando la clasificación a los octavos de final del torneo local parecía una utopía, él creyó y luego ejecutó.

El saludo frío de Eduardo Domínguez con Claudio Chiqui Tapia en la premiación

El saludo frío de Eduardo Domínguez con Claudio Chiqui Tapia en la premiaciónCaptura

No hay nada que lo frene. Es un entrenador-equilibrista; a veces tambalea, pero nunca cae. Así que en La Plata lo vuelven a confirmar. Si ven a un hombre que parece vencido, es Eduardo Domínguez que está a punto de construir un nuevo campeón.